Era jefe de operaciones con un equipo de unas 15 personas. Dentro de este equipo teníamos respaldos funcionales para todos los colaboradores… excepto Jessica.
Jessica desarrollaba algunas tareas críticas que solo ella conocía, así que sus vacaciones eran la oportunidad perfecta para capacitar a alguien más en esas funciones.
Andrea se reunía en las tardes con ella para entender todo lo que hacía y cuando Jessica salió finalmente de vacaciones, Andrea tomó su lugar.
Al cabo de un par de días, consulté a Andrea como iba todo y ella me dijo:
«Todo bien, jefe, pero le puedo comentar algo del proceso de registro?»
Si claro!. Cuéntame, qué pasa?
«Jessica me indicó que cuando recibiera una solicitud de este tipo, debía transcribir la información a una planilla, porque esa información se enviaba semanalmente al área de Auditoría, así que era muy importante.«
Ok, y ¿cuál es el problema con eso? – pregunté ya un poco asustado (Cuando se menciona la palabra «auditoría» generalmente viene acompañada de problemas graves)
«Es que yo conozco un reporte de sistema que entrega toda esa información, así que no es necesario transcribir todo. Basta con registrar el número de solicitud y el resto lo extremos con una macro muy sencilla de Excel.«
Me volvió el alma al cuerpo! Maravillosas noticias así que la felicité por la iniciativa y le dije: «Ok, hagamos algo. Sigue haciéndolo como te lo explicó Jessica y cuando ella vuelva, evaluamos tu idea«
Jessica volvió de sus vacaciones y le comentamos el hallazgo de Andrea.
Debo ser sincero, en principio se puso en una actitud muy negativa. Pero luego, se dio cuenta que era una excelente idea e incluso propuso hacer algo similar con otras solicitudes.
Esta semana nos contactó uno de nuestros clientes recurrentes para pedirnos ayuda:
«Hola Luis! Tengo un nuevo proyecto para Excelente idea. No me vas a creer. Uno de mis colaboradores salió de vacaciones la semana pasada y cuando volvió me planteó esta idea que le dio la persona que lo estaba reemplazando»
